Coronavirus 2020: Luces y Sombras. Una llamada a reinventarse
Hna. Mª Josefa Mollar, OP
Dominicas de la Enseñanza de la I. C., España
13 de marzo de 2020. Y se paró TODO.
Se pararon las actividades de los colegios, de los gimnasios, de los centros de asistencia, las actividades culturales, recreativas, los cines, los bares, los teatros, los espacios comerciales, las iglesias, casi todo. Quedaron en lista de espera los planes, proyectos personales, horarios, citas médicas, compras, obras de mejora y una larga lista en las agendas personales.
Pero, LA VIDA NO SE PARÓ. Seguimos viviendo y acogiendo lo que cada nuevo día nos deparaba. Una de las novedades fue la utilización de un vocabulario nuevo: pandemia, confinamiento, estado de alarma, guantes, mascarillas, coronavirus, higiene de la limpieza de las manos, desinfección, distancia social, reducción de grupos de personas, no desplazamientos, multas, protocolos, …
Nuestra mente se abrió a este vocabulario y su significado. También a la reorganización de nuestros espacios de convivencia, horarios y forma de trabajo y tiempo libre y quedaron obsoletas tantas planificaciones y estructuras mentales…
Y pensar que nosotras como religiosas hablábamos siempre de novedad y hemos descubierto tantas ataduras…
Y llegó un virus con corona invisible que ha sido el causante de muchas sombras en nuestras vidas y les ha dado un vuelco irreconocible.
Ahora pasadas unas cuantas semanas descubrimos que ha sido un tiempo de confinamiento para REINVENTARNOS desde todos los ámbitos congregacionales, comunitarios, eclesiales y de misión.
En primer lugar, estaría bien hablar de las SOMBRAS que el virus ha causado:
La primera sombra fue la muerte repentina de una hermana de 89 años el día 26 de marzo. Fue llevada al hospital por una caída la noche anterior. Me vienen a la mente las palabras del evangelio de Mateo (24,42-43) “Velad porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor … si el dueño de la casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela…” Así se presentó la caída.
El mismo día 25 otra hermana fue a hacerse unas pruebas y quedó ingresada hasta el día 23 de abril. La salida de casa en soledad y con dolor en el alma cuando marchaba en la ambulancia fue una espina que se clavó en nuestro corazón.
Al mismo tiempo en la comunidad teníamos dos hermanas confinadas y teniendo un seguimiento desde el Centro de Atención Primaria de la Seguridad Social desde el 18 y 21 de marzo.
Y me pregunto y nos preguntamos: ¿Quién trajo el CORONAVIRUS a Vallirana? ¿Cómo llegó? ¡Si somos un pueblo pequeño e insignificante que casi nadie lo conoce!
Otra sombra muy negra apareció en el horizonte: no poder dar cristiana sepultura al cuerpo de nuestra hermana fallecida. El domingo día 29 hicimos una sencilla oración que enviamos a las comunidades y personas cercanas recordando la hora señalada para su incineración.
Como tantas otras comunidades religiosas y familias vivimos muy de cerca un protocolo incomprensible y falto de humanidad.
La tercera sombra apareció de forma solapada y silenciosa en dos de las hermanas mayores afectadas por la muerte de la hermana fallecida: Desánimo, una ligera sensación de depresión y debilitación de las fuerza físicas. Los días iban pasando y poco a poco fueron remontando la situación gracias a su esfuerzo y el calor, el cariño, la cercanía de las hermanas y la fuerza de la oración y el cuidado de la vida espiritual.
La cuarta sombra fue atender a las hermanas confinadas con esmero, con cariño y comunicándonos gracias al móvil.
Y llegaron las LUCES.
- La cercanía y apoyo continuo de la priora General y todas las ayudas materiales y de orientación que nos hizo llegar.
- Las muestras de cariño de tantas personas que conocían a la hermana fallecida, profesores, exalumnas, sacerdotes, hermanas y comunidades.
- La generosidad de algunas familias que nos hicieron llegar comida preparada, materiales de protección ante el virus, servicios del pueblo desde los Servicios Sociales y Protección Civil, y las llamadas telefónicas que fueron continuas durante varios días.
- Una gran luz fue la que nos aportó un documento de la URC “GUÍA DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA DURANTE EL TIEMPO DE LA CUARENTENA EN LA VIDA RELIGIOSA Y SACERDOTAL DE UNINPSI de Comillas”. En las distintas situaciones que presentaba el documento y los sentimientos expresados nos ayudaron a identificarnos y superar con altura la situación que estábamos viviendo. Otros documentos y reflexiones de la URC.
- La protección de las hermanas mártires Mª Rosa Adrover y Mª Carmen Zaragoza.
- El día 23 de abril volvió a casa nuestra hermana ingresada, después de darla de alta. Fue una gran alegría volver a experimentar la cercanía de una hermana que había pasado la hospitalización completamente sola. En el hospital sólo pudo tener un medio para comunicarse con las hermanas: el móvil.
Estas luces nos han animado a REINVERTARNOS:
- Romper los horarios habituales y hacer de nuevos.
- Vivir la eucaristía y oficios religiosos a través de la TV o la radio.
- Reinventar la vivencia de la espiritualidad acogiendo todo lo que los medios de comunicación nos ofrecían.
- La Semana Santa seguida a través de los oficios desde Roma. Pasar a la Pascua desde la experiencia de muerte.
- Descubrir en los salmos de cada día la Palabra de Dios que nos hablaba en medio de la pandemia con palabras consoladoras.
- Experimentar la riqueza de la comunidad entre las presentes y de la audiencia.
- Hacer lectura comunitaria de diversos documentos mandados por la URC a lo largo de este tiempo.
- Conocer diversas iniciativas de solidaridad y ayuda.
- Apoyar la iniciativa del Grup de Treball Estable de Religions (GTER) que han creado un espacio con mensajes y oraciones para acompañar en caso de duelo, de enfermedad de sufrimiento a causa de la crisis del Covid-19. Las confesiones que forman parte del Consell Interreligiós de Catalunya han hecho vídeos y otras propuestas espirituales para acompañar en los momentos de dificultad y sufrimiento.
Muchas más luces han surgido en medio de esta pandemia. Éstas solo son un breve ejemplo cercano a la comunidad.
Podemos añadir dos nuevas luces: Una el día 29 celebración de nuestra hermana Santa Catalina recibieron el alta las dos Hermanas confinadas. El domingo día 3 fue un día de fiesta y celebrar de nuevo la fraternidad todas juntas.
La segunda hoy día 5 de mayo a las 12,30h llegan las cenizas de nuestra hermana fallecida. Las siete hermanas de la comunidad las acogemos en la portería y vamos en procesión hasta la capilla para depositarlas sobre el altar. Hacemos unos minutos de contemplación y rezamos una sencilla oración y unos cantos.
Quiero terminar esta reflexión con unos versículos de los salmos de Laudes del día 4 de mayo de 2020. Nos llenan de luz, de fuerza y esperanza.
“Los guiaré por senderos que ignoran, ante ellos convertiré la tiniebla en luz lo escabroso en llano” Isaías 42, 16.
“Danos alegría por los días en que nos afligiste, por los años en que sufrimos desdichas, que tus hijos vean tu acción. … Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos” Salmo 89