Declaración sobre la migración: Reunión de los Promotores JPIC Europa

Reunión de los Promotores de Justicia y Paz de la Orden de Predicadores de Europa

Viena, 1-5 de junio de 2025

Los Promotores de Justicia y Paz de la Orden Dominicana en Europa reflexionaron profundamente sobre el tema de la migración en relación con la economía. Nuestros debates estuvieron marcados por la convicción de que la migración no debe reducirse únicamente a una cuestión de política, sino que también debe reconocer las aspiraciones, la dignidad y las realidades vividas de los seres humanos.

La migración no es sólo una cuestión política; es una cuestión humana. Las personas se desplazan no sólo como agentes económicos o políticos, sino como individuos con esperanzas, luchas y el deseo de una vida con sentido. Sin embargo, el marco actual de debate sobre las políticas migratorias en la UE suele criminalizar la pobreza y la búsqueda de seguridad u oportunidades.

Nos preguntamos: ¿Nuestras políticas migratorias promueven la dignidad humana o criminalizan el movimiento humano?

Expresamos nuestra profunda preocupación por la explotación sistemática de la mano de obra migrante, especialmente cuando las estructuras de salario mínimo permiten un empleo infravalorado y precario. Mientras los sistemas económicos se beneficien de la mano de obra barata y nieguen al mismo tiempo su plena protección, la migración seguirá estando ligada a la injusticia económica. La Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de las Naciones Unidas, con sede en Viena, también ha condenado esta injusticia.

También hemos observado con alarma la reciente evolución de los debates en la UE encaminados a restringir o desmantelar el derecho de asilo, por ejemplo, las «acciones de expulsión» en las fronteras y otras prácticas de externalización. Creemos que tales cambios representan una regresión moral y legal, que socava los principios de protección y solidaridad que se encuentran en el corazón del derecho internacional y de la enseñanza cristiana.

Como agentes de la justicia, estamos llamados a abogar por políticas que defiendan la plenitud de la persona humana, no meramente su utilidad para la economía o su estatus legal. En línea con lo que dijo el Papa Francisco en Fratelli Tutti: “Cuando el prójimo es una persona migrante se agregan desafíos complejos. Es verdad que lo ideal sería evitar las migraciones innecesarias” (nº 129); sin embargo, prohibirlas rotundamente es negar a las personas sus derechos básicos cuando carecen de vías seguras y legales.

Proponemos lo siguiente:

– La política europea de migración debe integrar las aspiraciones de los migrantes, no sólo los intereses de los Estados.

– La ayuda al desarrollo de la UE debe tener como objetivo reforzar la resiliencia de los medios de subsistencia en lugar de reforzar la seguridad fronteriza.

– El co-diseño de políticas es esencial: los migrantes, independientemente de su raza, religión o sexo, deben tener voz en la configuración de las políticas que afectan a sus vidas.

Como dominicanos comprometidos con la verdad y la justicia, instamos a todas las partes interesadas a resistirse a las narrativas simplistas y a aplicar políticas basadas en la compasión y la realidad. Una Europa justa y humana escucha, incluye y dignifica a todas las personas, especialmente a las que se desplazan.

La migración no es sólo una cuestión de fronteras, sino de pertenencia.

   Send article as PDF   

Publicaciones Similares