Pascua 2020 en confinamiento en casa

La Comunidad de Tetuán, Madrid, en Confinamiento en casa
Comunidad de Tetuán, CRSD, abril de 2020

La Comunidad comenzó la cuaresma convocando en casa a una oración los lunes a propósito de la Encíclica “Laudato Sí” del Papa Francisco. La primera oración fue el 2 de marzo, y acudió un buen grupo de personas, lo mismo el día 9. Pero a partir del 11 de marzo, que surge, de pronto, en España el confinamiento por el “Estado de Alarma” debido al Covid-19, seguimos con nuestra programación las tres hermanas que estábamos en casa.

Esta situación la hemos querido vivir sin perder de vista el sentido de los tiempos litúrgicos que se presentaban y la realidad que acontecía. Así decidimos rezar con el Viacrucis, los viernes, después de “los aplausos”. Lo hemos animado con distintas temáticas, entre ellas el coronavirus y la propuesta del Papa Francisco.

Como vivimos en un piso, y en el oratorio no hay vía crucis, por razones de espacio, hicimos uno “casero”: en trozos de papel colocamos una cruz pequeñita de madera, con su descripción y el orden que le corresponde a cada estación, y lo colocamos por toda casa. Así, hacíamos el recorrido del Viacrucis.

Llegó la Semana Santa, y hemos seguido las celebraciones transmitidas por los distintos medios de comunicación, pero dándoles nuestro toque comunitario particular. Así, celebramos el domingo de Ramos con unos ramos elaborados en casa. El Miércoles Santo vimos “33 El Musical”, ya que lo abrieron para que quien quisiera pudiera disfrutar de él, y eso hicimos.

El Jueves Santo, celebramos los oficios y luego tuvimos nuestra “cena judía” en la que no faltó su ritual y recordatorio propio, y para concluir este día, la “Hora Santa” en la capilla, con el decorado propio de este día.

El Viernes Santo, después de los oficios, pudimos tener una “Adoración de la Cruz” en nuestra capilla, una oración común en la que posteriormente, cada una prolongó este tiempo de oración tanto como quiso.

El Sábado Santo, lo teníamos marcado como un “día de silencio y oración” para poder introducirnos así, en el sentir litúrgico de este día, a la espera de la Resurrección. 

En la Vigilia Pascual, después de la celebración transmitida, ¡¡con la alegría de la Resurrección del Señor!!!, tuvimos nuestra cena festiva de Pascual!! A la que no le faltaba emoción ni detalle, pues había hasta¡¡ detallitos sorpresa!!: un conejo y unos huevos de pascua, todo de chocolate perfectamente engalanados para la ocasión. Y así hicimos fiesta, prolongada y llena de emoción.

El Domingo de Pascua. seguimos la liturgia desde el Vaticano, recibiendo la bendición “Urbi et Orbi”, para seguir después, con una comida festiva: ¡¡Paella de Pascua!! 

Todas creemos que “a pesar del” o “gracias al” confinamiento y estado de alarma, hemos vivido una Cuaresma y una Pascua muy diferente e inesperada, que ha dejado una huella tan especial, que tardaremos en olvidar.

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