NUESTRA EXPERIENCIA
Comunidad de Tomelloso (Ciudad Real)
Dominicas de la Enseñanza de la I.C.
El “estado de alarma” debido al coronavirus, supuso para nosotras un parón brusco en nuestras actividades diarias. Como Comunidad sentimos miedo, inquietud y mucha preocupación, puesto que Tomelloso ha sufrido un duro golpe durante esta crisis sanitaria, hasta el punto de ser calificado como “el Wuhan de la Mancha”. Tuvo una gran resonancia a nivel nacional; por los medios de comunicación nos íbamos enterando de la gravedad de la situación. Por los medios locales nos íbamos informando de algunos miembros de familias muy allegadas a la Comunidad que estaban hospitalizados o que habían fallecido. Estábamos muy afectadas
Como el confinamiento se prolongaba, a nivel Parroquia, se continuó con los grupos de Catequesis online. La comunidad ha ido acompañando por teléfono a los enfermos y personas mayores que ya se acompañaban a lo largo del año. Se trata de acompañar la soledad y sufrimiento causado por el virus. Acompañar desde la buena noticia del Evangelio de Jesús, fuente de esperanza y vida plena.
En este tiempo de confinamiento hemos seguido haciendo, desde Cáritas interparroquial, la acogida y seguimiento a familias desfavorecidas y de riesgo. Hemos incorporado a nuevas familias, resultado de la nueva situación de paro, ERTES… Acoger y acompañar de modo creativo, utilizando las nuevas tecnologías. (videoconferencia…)
Pasado el agobio de los primeros días, hemos aprovechado este tiempo para la reflexión, oración, lectura de libros interesantes… Desde la parroquia se ha continuado, incluso se ha intensificado la formación a través de vídeos, charlas… Hemos tenido ocasión de escuchar a nuestro obispo, a profesores del Instituto de Teología “Beato Estenaga” de Ciudad Real. Todo esto ayudados por los medios telemáticos.
En este tiempo de sufrimiento e incertidumbre hemos redescubierto nuestra vulnerabilidad y dependencia… Queremos agradecer a tantas personas que en esta difícil situación han sido capaces de dar lo mejor de sí mismas.
En la nueva etapa que se inicia, quizá más complicada que la anterior, tendremos que estar cerca de la realidad de las personas con nuestro apoyo, escucha y esperanza. Sabemos que Dios camina a nuestro lado.