Una experiencia durante las restricciones del COVID-19

Hna. Mary Jean Williams, OP
Hermana dominica de Adrian
Henderson, NV EE.UU.

Durante los últimos 6 meses no he podido visitar a los miembros de mi familia y he tenido un contacto mínimo con las hermanas Adrian de la zona con las que trabajo. Tengo una tía de 93 años, una dominica de Adrian, que vive en Santa Cruz, CA. Normalmente la visito durante el verano. Debido a las restricciones de COVID-19 no he visitado a mi tía desde el pasado diciembre. Debido al virus no pude ir a otro estado para ayudar a mi hermana, que está bajo quimioterapia, a mudarse a Henderson, NV. Es una sensación muy limitante.

La cuarentena y el aislamiento me han afectado. No hay oportunidad de ser voluntaria en el hospital como Ministro de la Eucaristía o ayudar en la oficina del Centro de Mujeres. Ambas son experiencias vivificantes para mí.

Mis recuerdos más perdurables de este tiempo:

* La familia y los amigos que contrajeron el virus…

* Rezar por una vacuna

* La frustración de permanecer dentro durante más de 6 meses y no ver a los seres queridos en persona.

* Celebración cuando es seguro salir de nuevo sin una máscara

* El proceso de mantenerse seguro

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