Tercer domingo de Adviento: Reflexión de la Hna. Ana Gonzalez, OP

Llega el fin de año y con él, mucho ruido. El sonido de los cascabeles y las pegadizas canciones familiares en los altavoces, los anunciantes tratando de llamar nuestra atención y decirnos por qué su producto es el apropiado para su intercambio de regalos, mientras que la dispersión de nuestros horarios entre el trabajo, la familia, y una gran cantidad de compromisos que se acumulan en el último par de días de diciembre.  Demasiado ruido Mientras muchos llenan sus calendarios con reuniones y celebraciones, también somos conscientes de que en nuestras comunidades, incluso entre nuestros amigos y familiares, hay falta de vivienda, inseguridad alimentaria, enfermedad y sufrimiento causado por la injusticia.  Diciembre, con todas sus realidades, ¡puede ser abrumador!

Hoy, al celebrar el tercer domingo de Adviento, tenemos algunos recordatorios muy importantes. Somos católicos y todavía estamos en el tiempo de Adviento. Este tiempo nos invita a ir más despacio, a estar quietos y a enraizarnos en la esperanza redentora del Emmanuel. En este domingo de Gaudate, el tercer domingo de Cuaresma, encendemos la vela rosa y nos alegramos. Alégrate sabiendo que la Navidad está cerca. Alégrate confiando en que, a través de Jesús, somos redimidos y renovados.  Estamos a mitad de camino en nuestra peregrinación hacia la Navidad. Por favor, únanse a mí para abrazar el Adviento y en este día ¡Alégrense! Ven Emmanuel.

Ana González, OP, pertenece a laas Hermanas Dominicas De La Paz. La nativa de El Paso, Texas, conoció a su congregación mientras estudiaba en Nueva Orleans, Estados Unidos. La religiosa confiesa que el día más feliz de su vida ha sido el de sus votos perpetuos, en 2021. Actualmente estudia una maestría en Teología y Ministerio en Boston College, con una concentración en Ministerio Latinoamericano.

   Send article as PDF   

Publicaciones Similares