El significado de la visita del Papa Francisco a Indonesia parala Congregación de las Hermanas Dominicas de Indonesia

Vivir el espíritu de compassion

La visita del Papa Francisco a Indonesia tiene un profundo significado espiritual y práctico para nuestra Congregación, las Hermanas Dominicas de Indonesia, que viven el legado y la visión de nuestro fundador, el Padre Dominikus van Zeeland de los Países Bajos. El Padre Dominikus dedicó su vida al cuidado compasivo de los pobres, especialmente de los niños vulnerables necesitados de educación y de los enfermos necesitados de cuidados y afecto. El mensaje del Papa durante su viaje se alinea profundamente con la misión de las Hermanas Dominicas, reafirmando su vocación de servir a los marginados a través del amor, la humildad y el cuidado compasivo.

Las Hermanas Dominicas y su misión de compasión

La Congregación de las Hermanas Dominicas, fundada por el Padre Dominikus van Zeeland, se ha dedicado durante mucho tiempo a los actos de misericordia y servicio, especialmente a los desatendidos y a los que sufren la pobreza. El Padre Dominikus inculcó un espíritu de compasión desinteresado en la congregación, animando a las Hermanas a dar prioridad a las necesidades de los niños, los pobres, los que carecen de educación básica y el cuidado de los enfermos. En nuestra vida diaria, nos esforzamos por vivir estos valores proporcionando educación, servicios sanitarios y apoyo emocional a quienes a menudo son olvidados o pasados por alto. En un país como Indonesia, donde la desigualdad socioeconómica sigue siendo un problema acuciante, la misión de las Hermanas Dominicas es vital para garantizar que los más vulnerables reciban el amor, la atención y la dignidad que merecen.

El tema de nuestra Congregación para 2024 es Vivir el espíritu de sinodalidad y compasión del Fundador. Así que la visita del Papa Francisco a Indonesia vino con un poderoso mensaje que resuena profundamente con el ethos de las Hermanas Dominicas. Su énfasis en la compasión por los pobres, la importancia de la educación y la necesidad de solidaridad con los marginados es un espejo de la visión del Padre Dominikus.

Durante su visita, el Papa Francisco destacó la importancia de cuidar a los débiles y vulnerables de la sociedad, especialmente los niños, los refugiados, los discapacitados y los ancianos. Este mensaje sirve como reafirmación del trabajo de las Hermanas Dominicas, inspirándolas a continuar sus esfuerzos para elevar a los necesitados. Al cuidar de los niños que carecen de atención y afecto, las Hermanas viven la misma compasión de la que habló el Papa Francisco durante su viaje.

Una de las obras apostólicas de la congregación es el orfanato de Pondok Si Boncel.  Estos niños nos fueron entregados porque sus familias tenían dificultades económicas o estaban divorciadas. Algunos fueron abandonados en lugares públicos o en hospitales. Esos niños abandonados son los que cuidamos y amamos. ¿Por qué nosotras, dos Hermanas y cinco niños, pudimos saludar personalmente al Papa en la Embajada del Vaticano? Porque la Congregación ha enviado allí a dos de nuestras Hermanas para servir en la Nunciatura durante los últimos cinco años. Se ha establecido una muy buena relación con el Nuncio.  Ciertamente a través de las bendiciones de los niños que cuidamos, nos ha acercado a ambos y hemos recibido bendiciones especiales. Gracias a nuestros niños y Alabado Sea el Señor


Reforzar la llamada a servir a los marginados

La constante defensa del Papa Francisco de los pobres y los marginados se hace eco del espíritu del Padre Dominikus van Zeeland que nos llama a servir a los menos afortunados. Las palabras del Papa de solidaridad con los vulnerables inspiran a las Hermanas a profundizar su compromiso con el cuidado de los pobres, especialmente de aquellos que se encuentran en los márgenes de la sociedad y que a menudo son olvidados por el mundo.

Las Hermanas Dominicas, al seguir el ejemplo del Padre Dominikus, encarnan la esencia de la visión del Papa Francisco para la Iglesia: una visión cercana a la gente, especialmente a los más vulnerables. La visita del Papa refuerza su creencia de que la compasión y el amor deben estar en el centro de todas las acciones, no sólo como un deber religioso, sino como una expresión fundamental de su humanidad.


El poder de la compasión en acción

Para las Hermanas Dominicas, la visita del Papa Francisco a Indonesia es un poderoso recordatorio de que la compasión debe traducirse siempre en acción. Sus palabras son una llamada a continuar su trabajo con energía renovada, a reforzar su labor de ayuda a los pobres y a seguir educando a los niños desatendidos por la sociedad. Los esfuerzos de las Hermanas Dominicas por atender a los vulnerables no son meros actos de caridad, sino, de hecho, manifestaciones de una profunda compasión, en línea tanto con las enseñanzas del Papa como con el espíritu del fundador, el padre Dominikus.

Al proporcionar atención a los enfermos, ofrecer educación a los niños desfavorecidos y abrazar a los que están en la periferia de la sociedad, las Hermanas Dominicas no solo están viviendo la misión de su Congregación, sino que también están respondiendo a la llamada del Papa Francisco a ser una Iglesia que sirve, ama y tiende la mano a los más necesitados.

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